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30/6/07

Alejándonos de España a toda Ostia

El primer objetivo era cruzar Francia y Alemania lo antes posible, pero pasando por Andorra, donde el Sgt. of Arms iba a realizar algunas gestiones... La mini-Uzzi fué expresamente NO recomendada por un consejero competente. Calificada como arma de guerra, la pena mínima son 3 años.

Había montones de mosquitos a primera hora. Nos perdemos un poco y conocemos el bonito pueblo de Somaens: os lo recomiendo.

En Andorra paramos para comer el mejor emperador de mi vida. Se me va la pinza, olvido quitar la de la moto y rompo la sirga. A partir de aquí, mi moto tiene un número indefinido de kilómetros recorridos, y me dejo guiar por el tiempo (en hora y media aprox. tengo que volver a repostar: bendito reloj analógico de la enzarpada).





El Pirineo Francés es precioso, carretera de curvitas, buen tiempo, "el túnel de la risa" (donde taladré la camiseta por dos sitios y de donde salimos todos con una curiosa mueca en la cara) y la primera impresión de terreno desconocido para mi...



La forma más barata de dormir en vías rápidas: Fórmula 1 y similares, la primera escala es en Tolouse. Sobre todo, recordad la combinación de la puerta!! Yo me la apunto en el antebrazo, en plan tatuaje judío. Rudimentario pero efectivo. El desayuno deja mucho que desear, pero afortunadamente se inventó el brunch, que por ser a la jora que es, ya admite alcohol como bebida :).


Decidimos salir a secundarias. Un pequeño detalle sin importancia: las gasolineras en Francia tienen horarios comerciales. Qué día es hoy? Domingo. Cuánto caldo nos queda? Cero. Conclusión= kk. A 80 kms. por hora vamos admirando las torres picudas de las iglesias francesas hasta encontrar una estación abierta. Por cierto que allí colocan una silueta humana negra con un aspa blanca en los lugares donde ha habido un accidente de circulación en lugar de las flores con que señalizamos aquí.
Las carreteras no tienen ni un bache. Se vuela por ellas.



Dormimos en Lyon. Llueve mucho, mucho, mucho. Afortunadamente, nuestro Road Capt. sabe exactamente cuándo hay que ponerse los odiados trajes de agua.



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