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5/3/12

Reunión de los pollos 2012

Ya no se celebra en Francia la reunión invernal de Los Pollos, llamada así porque aves y motoristas compartían alojamiento (aunque no simultáneamente, como es obvio). Los veteranos del Anzánigo tuvieron la fortuna de conocerla, y es razón suficiente para conmemorarla como es debido, una vez al año. (El año pasado fue en La Guardia). Gastronomía sin par de la mano del creador de la Guía Emilín. SIDRERÍA!


La primera sorpresa del día - para mí que no estoy acostrumbrada a encontrarme conocidos sin quedar - es en la gasolinera. Empezamos muy bien! GIRLS RIDE, GIRLS PRIDE!

Si te fijas en las montañas que se ciernen sobre las minas de sal cerca de Remolinos, puedes ver las caras de cuatro presidentes autonómicos.(juas,juas)

Un paisaje parecido, árido e inhóspito, en las Bárdenas Reales y ya estamos en Navarra. Amplías la foto y... qué hace ese coche camuflado offroad??? Radar?

Durante bastante rato nuestro convoy se mezcla con otro y rodamos entralazados, después de los saludos de rigor tras haber compartido unos kms. se desvían y volvemos a ser los cinco que partimos juntos. Otra de las inevitables rectas que atraviesan la ribera del Ebro cerca de Tudela.

Nosotros vamos al otro lado de esas montañas. El pronóstico del tiempo para esta ocasión no puede ser más indeterminado para nuestro destino: Chubascos dispersos. Pero sin decir el tamaño de las nubes que lo provocan!! 

Cruzamos la Sierra de Aralar por un tremendo boquete.

Camino a Irurtzun empiezan los carteles incomprensibles.

Un señor cruzando a su aire la carretera. Los que iban en cabeza de nuestro convoy se lo encontraron en nuestro carril.

Estamos al norte de la Sierra de Aralar y bastante altos, así que la nieve hace su aparición. Afortunadamente  las quitanieves debieron hacerlo también tiempo antes y el asfalto está limpio.

En Goizueta: formas de combatir, pero también formas de celebrar. Coincidiendo con los carnavales, los mozorrok hacen ruta por los caseríos cercanos y reúnen dinero para la cena de la noche, según nos cuenta la camarera.

Después de comer una de las mejores sopas de pescado que he probado - el que menos repitió lo hizo tres veces -, merluza condimentada con receta de la que aún nos falta un ingrediente y otros platillos deliciosos, prometemos volver al restaurante, aunque sea de propio.

Menos de 30kms de deliciosa carretera de terciopelo corriendo entre densos bosques al lado de Urumea nos separan de nuestra sede.

Petates fuera, corduras fuera, más cómodos nos dirigimos a la degustación de sidra.

Ángel, que se une a nosotros, nos lleva al mítico Cheyenne en Anoeta.

Epa! Se ruega llevar indumentaria adecuada al nivel del evento.

Celebrando la cosecha de la sidra, con sidra, por supuesto y con vino frío. La tortilla, el bacalao y los pimientos son solamente entrantes. Algunos botones se empiezan a desabrochar a medida que las barrigas se van llenando.

El cocinero, orgullosísimo ha recuperado la costumbre de ofrecer a sus clientes la carne de sus propios animales.

El plato fuerte. Junto a Emilio, del Anzánigo, nunca pasarás hambre!!

Postre de queso, nueces y membrillo y sobremesa admirando máquinas en la bodega de Gonzalo, fantástico anfitrión. Dormimos fenomenalmente, pero amanece nublado y desapacible. Cancelamos la visita a La Concha y nos alejamos hacia el sur buscando el cielo claro.

La humedad no es óbice para quemar el país vasco antes de abandonarlo.

La contrapartida a los cielos grises: el profundo verdor.

Nos volvemos, ya en territorio agreste en la plena acepción del término, pero dando una pequeña vuelta por  la Sierra de Ujué para visitar el pueblo y el castillo del mismo nombre.

Una buena carretera desemboca en el precioso pueblo de Ujué.

En tiempos, el castillo defendía el territorio. Ahora pone la guinda a un precioso pueblito con acogedores y rincones en pendiente y vistas de postal en todas las direcciones.


 

De Ujué a Murillo de Frutos la cosa cambia, una carretera gravillera recorre la cresta de la sierra, dejando a ambos lados paisajes vastísimos.

Rebasamos Sádaba, su castillo de siete torres y la catedral donde hay un Cristo que vino del mar y que curiosamente, tiene muchísimas costillas.

Guardarraíles del pleistoceno.

Un perfecto capitán de ruta que conoce la zona lo suficiente para amoldarse al cambio de planes y aún así mostrarnos parajes interesantes. Nos apunta los aguarales de Valpalmas para otra ocasión, que en esta vamos de triperos y se acerca la hora de la maduca!!

La comida en Valpalmas, donde todavía hay distintivos del pasado y se han habilitado los antiguos almacenes de grano para albergar el garito donde comemos, A'Ixena gastronómica - excelente cocina rural de autor - que dispone de una amplia sala para eventos con escenario y todo.

Dicen que hay crisis, y lo refleja esta imagen real. Pero un puñado de colegas y unas cuantas sidras es un lujo que en cualquier momento se puede asumir...
... de momento!!!

4 comentarios:

destrodelto en moto dijo...

Menuda ruta gastronomica, se me esta haciendo la boca agua.
Gracias por compartir.
VVV´sss

Nunavut dijo...

Que moteros más activos...No paráis. Da gusto ver gente feliz y reluciente (como en la cancion de R.E.M.)
Un abrazo AKA y Morabito.
Julio.

A.K.A. dijo...

Todavía estoy haciendo la digestión de ese finde.

Sobre el resplandor... siempre que no sea polvorienta!

PD: Ya va tocando rodar juntos (otra vez) no?

Nunavut dijo...

Será un placer volver a rodar con ustedes...Ahora que pronto saldré de la hibernación.
Contactamos a través del Censo Zaragotham.