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27/3/11

Motos de Granja en Toulouse.

Con pronóstico de sol desde el viernes, nos encaminamos hacia a Toulouse. Hay un mercadillo parecido al del Burgo de Ebro, pero más lejos. Tanto mejor, el camino de vuelta será acompañados por Gran Convoy. Vamos!

Tenemos todo el día para llegar a donde queramos cerca de Toulouse, pero antes hay que salvar una de esas  famosas rectas eteeeernas.
Pero esa misma planicie, permite hacer una panorámica de 180º con montañas cubiertas de nieve.

así que enredamos un poco para ver qué se cuece por los pueblos. Mira, uno en "tó lo alto".


En Berbegal, unas bravas. 
 Y desde luego desde el mirador hay unas vistas excelentes.


 
También paremos más adelante a echar gasolina, a tomar chocolate, a fumar, hacer fotos...



Torres con cúpulas con forma de merengue.

Más torres con cúpula de merengue.



Aún no hemos atravesado el túnel, pero antes de esta parada en el embalse, ya habíamos comido otra vez!


ss
Aquí las torres son puntiagudas, y, como en Rumanía, ponen los cristos crucificados fuera de la iglesia.
Me encantan estos mapas panorámicos y comprobar que, efectivamente, las montañas están donde corresponde.
Las granjas y pequeñas aldeas se suceden. En una de esas, paramos en una cantina donde MIENTRAS FUMABAN unos paisanos acongojados ante el televisor, viendo el desastre nuclear japonés, intercambiamos datos sobre nuestras respectivas centrales atómicas (Tienen cincuentaytantas!! y además bombas!!). Hulk negoció con ellos el suministro eléctrico y la alianza defensiva francoespañola en una iniciativa diplomática sin precedentes, en un idioma parecido al francés.Que Dios nos ayude!



Igual que en el Maestrazgo se ven masadas perdidas en el paisaje, aquí aparecen los chatós. Lo correcto es
château. Manía de poner tantas vocales juntas.



Son frecuentes las carreteras flanqueadas por árboles, en España tambien lo fueron hace muchos años, hasta que las autoridades decidieron talarlos para que la gente no se estrellara con ellos.
Cuando un hilo blanco no se puede distinguir de uno negro, es cuando hay que preocuparse de buscar un hotel - eso lo aprendí en Mont Arruit.
 
En el segundo pueblo donde preguntamos nos indican que no encontraremos nada hasta llegar a St. Girons.
Con garage para las motos por un precio que me sorprendió por lo asequible. La cena en un mirador junto al río con truchas del lugar fue memorable. Y también económica.
Enfrente una autoescuela.
Es una gravilla que no parece resbalar tanto como la de Aragón, raro es donde no está prensada. Preciosos bosques en invierno.
Esta es zona espinosa: se ven demasiados erizos en la cuneta. Y no, no voy frenando intermitentemente, se trata de la frecuencia de los leds y su acople con la cámara.

Y muchos kilómetros de carreteras secundarias sin cruzarnos con nadie (bueno, si, suficiente como para respetar el otro carril por mi parte)

Cuando dentro de muy poco llegue la primavera esto será una maravilla diferente.

Hasta los pueblecitos parecían desiertos, sólo escuchábamos los sonidos de los animales de las granjas.

Igual que nos confundimos pensando que al cartel de Rasnov se le había caído la B en Rumanía, no se nos ocurrió que habría dos Montesquieu, uno de los cuales no salía en le mapa. Así que cuando salimos a la autovía, lo hacemos por lo menos 40 kms. antes de lo que pensábamos.
Aprovechando que llegamos con tiempo, nos perdemos hasta el centro de la ciudad, donde los furgones de antidisturbios forman filas junto a las aceras. Los que llevan las armas usan protecciones por fuera del uniforme, lo que les da un aire un tanto de astronauta. las noticias de ese día no mencionan nada, quizá el fútbol... el caso es que celebramos los encuentros y los reencuentros, por supuesto. De hecho, varias veces.
Pues a ver: Motobecane, BSAs, Zundapps, una que parecía salida de los Autos Locos, otra digna de la Montaña Imposible, Alguna Ossa Yankee,... Se lleva mucho el óxido en la carrocería y la llanta en el suelo. Hay una categoría muy descriptiva: las motos de granja.
 
 Mi máquina favorita en esta ocasión, mira por donde fue esta:

Otro camión presente, que no vende nada posterior a los...
Durante el rato que visitamos la Feria pasaron impresionantes, muy cerca, varios aviones. Asombroso cómo se veían sus tripas.


La primera toma de contacto dentro del GRAN CONVOY se produce al atardecer, camino hacia al hotel, donde al llegar intercambiamos las múltiples anécdotas después de una ruta "allende fronteras". Desde la ventana, al día siguiente, el escenario es del todo bucólico, con pescador incluído. Las truchas son muy buenas en esta zona.

 En perfecto estado de revista "Pronto" a la hora prevista.
Hulk castigando los riñones en la máquina de la nena que nos regaló un almuerzo estupendo que por supuesto celebramos (por tí, Vane!). Una vez más: Girls Ride, Girls Pride!!



No contentos con la feria del día, Oscar nos tienta con otro evento de las mismas características en un pueblito en la carretera hacia Po, y por supuesto caemos todos, así que esa misma tarde nos acercamos a Soumoulou (s OU m OU l OU, manía de sobrarse con las vocales) donde se celebra otra similar.

Y entonces - cosas de la electrónica - va la tarjeta de memoria y se rompe y se crea un túnel de tiempo hasta que emprendemos la vuelta a casa. TooFast sí que lo cuenta todo en su cuaderno de ruta y David tiene fotos fantásticas en su galería..
Rodando con todos de vuelta a nuestro territorio me acuerdo de las múltiples anécdotas que hemos ido intercambiando en las paradas del camino y en la cena en Gimont, el piercing de más de cinco centímetros, los buceadores, los enviciados por las Tiger, las musculaturas de gimnasio, las de policías locales,...increíble cómo gente tan dispar con motos tan diferentes se lleguen a coordinar de forma tan agradable.


Ahora estamos viendo la otra cara de los Pirineos. Igual que hace poco vimos también la del Moncayo.

Salimos dos motos y volvemos 11 y un coche. Estas son las cosas que pasan rodando.
La velocidad perfecta para trazar las curvas sin salir de la formación, la distancia perfecta para rodar seguros, el GRAN CONVOY se desplaza hacia las montañas.
Los esquiadores volviendo también de su finde nos hicieron desistir de tomar el puerto. Hay que pasar olvidando el GRAN CONVOY por el túnel de Somport de 8 kms si no queremos ver nuestras matrículas en los carteles de leds de su interior. Para asegurarnos, el road captain nos va dando la salida cada 3 minutos, y las risas!!!!
Parada obligatoria en Puente La Reina antes de lanzarnos,, en dos tandas, a sus curvas y enlazar las de Santa Bárbara y del Jabalí, que han sido mis favoritas desde que me amañé y aún no las había tomado con La Scivia. Delicioso. Es tan ligera, el cambio de marchas va tan suave, tiene tanto radio de giro... Y como guinda cuando llegamos al punto de encuentro, Casper nos avisa de este cartel:
Todavía me sorprendo sonriendo cuando recuerdo momentos del viaje, nos pasaron tantas cosas... es lo que pasa cuando somos tantos tan diferentes y tanto rato, que celebras mucho durante mucho tiempo!!

...& now listening: Pan de Higo, JUAS!

1 comentario:

Victor dijo...

Fantástica la crónica y fantástico el fin de semana que pudimos compartir con vosotros.

Gracias por rodar con nosotros!! Un abrazo a los dos,

Victor