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10/12/12

Una paella, pero en la playa, eh?

En eso habíamos quedado con los colegas de la Galería, dos días antes. Y a falta de uno, el sábado, allá vamos.

Salimos prontito, y mientras me voy despertando, recorremos los inevitables 100 kms. de reeeeecta  hacia Alcañiz, una vez entramos en la zona interesante, paramos en la ermita de Belmonte de San José, que tiene horizonte para aburrir y unas baldosas con interesantes historias.

Cuando llegamos a Ráfales ya es hora de almorzar, y voto a bríos que lo hacemos en condiciones, con huevos de yema riquísima, jamón, longaniza y queso y un buen vino para pasarlo todo. Como debe ser!

La cárcel del pueblo, magníficamente ambientada, con preso y todo.

Carreteras vacías, típicas de Teruel y a la derecha una pista sencilla nos lleva a las piedras orgánicas del Salt.
 

La parte de arriba del Salt:


Muestrario BMW.

La parte de atrás del Salt. Hace una temperatura inmejorable para estas fechas, alrededor de 10 o 12º y, contra todo pronóstico, solecito.

Silencio nos había recomendado el Parque Natural des Ports, ciertamente precioso. Cortados a ras y abundante vegetación con pistas asequibles que van cruzando de monte en monte.


Pinturas rupestres. Completito. Además, un diligente encargado de controlar el tráfico rodado en la zona (?). Mira el arbolito en tó lo alto!

El pánzer de morabito con las nuevas adquisiciones: rejilla para asar longaniza en los faros, otra en el radiador que sustituye al Scotch Brite de Malackay pero que no sirve para fregar la loza después de asar la longaniza, un pelacrash para el cárdan y creo que alguna otra cosa igual de fundamental :P

Si hubiéramos ido de infantería, quedaba una hora de paseo por este camino tan chulo:

Ekkk!

Y ahora, hacia la playa.


En el vado torcéis a la derecha, - nos indica el andoba. No dijo nada de que estaba lleno de agua. Morabito inspecciona el terreno con un palo para medir la profundidad, da el visto bueno y pasa. Y luego nosotros pasamos por el otro lado :P

Si no fuera por la foto, no estoy segura de que me gustara esto marrón que se mueve tanto, la verdad.

En la desviación, 20 kms. hasta Caro y 5 hasta Frades. Ruego por lo segundo, más corto. De todos modos, la pista mejora considerablemente en cuanto aparece el pajarito propio de la Comunidad Valenciana. Los breves intervalos de hormigón entre tierra resultan tan suaves después del traqueteo...

El puerto de salida de Los Puertos (valga la redundancia) es uno de esos en que las herraduras permiten saludar a los colegas en el tramo de abajo y de arriba.
 

Se va haciendo tarde y de La Sénia nos desplazamos cruzando campos de olivos hasta Mas de Barberáns, desde allí, ya con la reserva de la 800 encendia hace rato, hasta Tortosa, que rebasamos en maniobra distractiva. Nuevo giro hacia el sur, dos gasolineras cerradas, llaves perdidas y encontradas, y vuelta al punto inicial en La Sénia donde por fin repostamos y nos alojamos. Y por la mañana... agárrate que vienen...

Ya que ayer no subimos a las antenas del Monte Caro, hoy, después de varias paelleras, serpentinas y sacacorchos, alcanzamos los más de 1.400 metros. El desnivel es tan enorme que es necesario retreparse para coger perspectiva.

EL último tramo de subida. Con el sol de frente oculto por la montaña en la vertiente oeste, dejándote ciego en muchos trechos, tengo que reconocer que en algún momento eché de menos los quitamiedos.
 

Los árboles son blancos por la escarcha en el lado que da al interior y verdes por el lado del mar, la altura ha bajado la temperatura hasta casi bajo cero. Desde aquí se domina todo el delta, los Pirineos y más allá!

Mucho mejor con buenos colegas, dónde va a parar. Fantástica compañía, y aún faltaban por venir algunos!

Al fondo, una virgen comparte espacio con las ondas.

Y poco después de las 14:00h, habiendo cruzado alguna que otra "área privada de caça" (cosas de los idiomas), estábamos reunidos tomando una paella por su sitio. Al terminar, auténtico detalle de la casa:

Con el buche lleno como una boa -que yo repetí plato!- antes de que empezásemos la digestión y nos quedásemos clavados al asiento, nos ponemos en camino.

El paseo emprendiendo la vuelta por parajes que contrastan con lo escarpado de esta mañana.

(De estos parajes aquellos arroces)

Yo iba entretenida con la variedad de aves que hay allí, las de penacho, las garzas blancas, los corretones... para una urbanita esto es un lujazo!

Y la vuelta... pues siempre es un poco nostálgica, pero la verdad es que vinimos a velocidad tan viva por las curvas de Gandesa y Tortosa que resultaba entretenido.

Nos alcanzó la noche antes de la carretera de Quinto: Un rosario de luces rojas, - creo que por primera vez veo algo similar a un atasco entrando a Zaragoza-, que sin embargo hace que los adelantamientos sean diferentes con el destello amarillo de los que van delante marcando el paso libre.

Las despedidas, sobre la marcha y sin alharacas, que éstas no importan cuando sabemos que vamos a repetir muy pronto!!!

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