Tranquilos, que no pasó nada, es sólo que coincidió con el día de todos los muertos, y rodamos para celebrar.






Llanos del Hospital, la cara norte de estas montañas es territorio francés. En la foto no se aprecia casi, pero hay cascadas, finitas, pero que caen a plomo desde las cumbreas más altas.
En toda la zona hay agua en abundancia. Este año ha empezado a nevar muy pronto y con el calor del otoño amable se derrite. En invierno la nieve hace muy dificil llegar aqui.

Detalle de la cabecera de la cama. Toda la decoración en el Hospital es de madera tallada o pintada. Aunque no hagas noche allí merece pasar a verlo. Y además te puedes bañar en uno de esos spas que no relajan.

No era la única cascada al borde de la carretera.


Estos túneles de piedra me resultan impresionantes.


Graus, donde quedamos con TooFast y Vere. Pero para comer nos desplazamos a Roda de Isábena.

Mira los monjes, qué avanzados a su época. Si no fuera porque se nota que el tiempo ha pasado por ella, diría que es una escultura manga y por eso no está en algun museo Catalán o en alguna colección particular.

Comemos en el mismísimo refectorio del convento. Como dicen: donde para el obispo y el gato: buen rato. Y lo hicimos. Estaba todo más rico!!



Desde la plataforma a espaldas de la catedral, el cementerio muy propio para nuestra celebración, queda a los pies, más allá, el horizonte.

El atardecer... mágico... con luna llena... la noche de los muertos... Se adivina el Turbon.


Este pueblo formaba parte de la linea musulmana fronteriza con los cristianos del pirineo apoyados por los carolingeos, existen muchas cuevas, torres de vigilancia y fortificaciones, las casas antiguas lo son.

Carlos y Elena, que han creado una maravilla de hospedería ."Antigua Casa Catones". Restaurada con esmero, es un lugar tranquilo donde sería imperdonable no probar la cocina de Elena, su amabilidad, un lugar inolvidable.
Por la mañana los terrores han desaparecido. Ya no hay brujas entrando por las chimeneas.

Queda una ligera neblina para resaltar el efecto misterioso.
Paseíto admirando las tranquilas y angostas calles del pueblo que momentos después sentirían en sus piedras el tronar que produce la TooFast' moto.
Este es el que guardaba las puertas de la iglesia.

Después de desayunar nos ponemos en camino.

La vuelta la hacemos por el Congosto de Ventanillo. Vere se curró un vídeo muy logrado que podéis ver en la web de kosacos.


Curvitas, colegas, esquivando el viento hasta Robres, lugar emblemático con motos colgadas en la entrada y donde nos esperan para comer Bowie y Jojo... y Forges en el mantel!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario