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10/7/07

Buscando a Heidi

Cruzamos Austria de Oeste a este por el valle. Los prados cortados con segadora hasta las cumbres más altas, las florecitas en los balcones primorosamente asomadas...


Las iglesias picudas que habíamos visto en las secundarias de Francia, y que en Praga tenían el tejado tan negro sobresalían por todas partes. Algún que otro mapache sucio.
Dentro del hotel tirolés, forrado de madera y detalles que parecen de árbol de Navidad, como siempre, presentando respetos y respetando.
Las bandejas de comida que tu madre sirve en navidad en la mesa se llaman en toda Austria platos individuales: montañas de comida. Creo que se me carió una muela, pero fué por la decoración.


Fantástico el baño con secador de toallas para la ropa empapada.Una vez más en estos albergues se agradece una enorme bañera caliente para relajarse y recuperar el calor.

Nos damos cuenta de lo que vale una mierda en alemán -Shaisse (con perdón), incluso en la farmacia!




Las fotos no hacen justicia, parece todo más pequeño de lo que es. Había que levantar la cabeza para ver el cielo por encima de las montañas.




Pasamos de Innsbruck y nos dirigimos a Venecia. La autopista que nos saca del valle corre paralela al río, la ladera está plagada de casitas tirolesas al borde de la montaña. Merece la pena mucho!!

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