No entramos a verlos cuando rodeamos el Moncayo, pero los conocíamos de veces anteriores.
Clavaron las caritas de escayola con clavos de hierro insertos en los ojos. El hierro se oxida y las caritas sufren, vigilan, acechan,... TERROR!
Estés donde estés, está aquí al lado, en el Monasterio de Veruela!
Clavaron las caritas de escayola con clavos de hierro insertos en los ojos. El hierro se oxida y las caritas sufren, vigilan, acechan,... TERROR!
Estés donde estés, está aquí al lado, en el Monasterio de Veruela!
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