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31/8/10

Bucle por Belgrado

Ha estado lloviendo toda la noche, pero ha amanecido seco y luminoso. Uno de los sitios que queremos visitar está cerca de Pancevo, al norte. El tráfico es muy incómodo y denso, hemos decidido dejar mi moto en el garage del hotel. Un detalle de los edificios preciosísimos de la ciudad. Después de dos horas callejeando seguimos dando vueltas. Supongo que ir mirando las casas y la gente, los coches, los cables cruzando por arriba, los carteles, las señales, no ayuda mucho a ir directo.
Las avenidas son anchas y flanqueadas por edificios señoriales. Por esta esquina se pasa por lo menos tres veces vayas donde vayas.
Edificios bombardeados por la OTAN en 1999. Al principio me sorprende y por puro respeto me corto al hacer las fotos. Luego no.
Empaquetada es mucho más fácil hacer fotos, dónde va a parar!
Me vuelvo espiritual viendo tanta iglesia y pienso que si mi futuro a largo plazo no abarca más allá de 15 días, voy a estar el resto de mi vida de vacaciones en ruta!!!
Otro de los puentes que cruzamos varias veces intentando dirigirnos a Pancevo. Esta gente acostumbra a poner la señalización cuando ya tienes la mediana al lado.
Esto es lo que nos espera en Zaragoza. Una gran fila de tranvías detrás del que estaba estropeado, los trolebuses intentando esquivar, los coches esquivando trolebuses... (por lo menos no habrá trolebuses en Zgz)
Nos rendimos (un poco) y después de un café y una charlita con una nena que da la casualidad que es guía, al final parece que lo vamos a conseguir, estamos cruzando el puente y además parece el correcto. Por fín vamos a salir de Belgrado.
Además se estaba preparando una tormenta fenomenal justo encima de la ciudad. Siempre me gusta irme, pero con eso detrás, más.
Yo la vigilaba muy de cerca.
El caso es que llegamos a Kovasica a ver lsa pinturas naif, que me encantan, pero no encuentro ninguna que sea mi nueva favorita.
Aprovechamos para tensar la cadena. El chaval rechaza el pago, sonriente, porque Hulk acababa de tomar clases antes de partir y lo hacía todo él.

Este, el de San Jacobo es el primer ortodoxo que entramos (después de la minúscula Zabljak) y me llama la atención que los fieles besan el cristal de los santos, que están todos en cuadros y que el que oficia el rito está al mismo nivel que ellos, no hay bancos!
Hacemos concurso de fotos.
En la carretera de Kovasica es donde yo creo que había más cantidad de perros muertos. Algunos enormes y en todos los estados de descomposición. Uno de los vivos se nos queda mirando como el conejo del duende eléctrico.
Por la noche, ya en Belgrado, el mejor guía me lleva a un garito de lo más cultureta. Observa el público detrás del camarero, que como el marinero de Cesarica quedó prendido por una española (que no era yo, claro). Había también en el lugar un dibujante que enseñaba sus bocetos a sus colegas y luego hizo un ratrato rápido de una de ellas: mucha cultura, ya lo he dicho. También había un paramilitar anciano y dos japoneses que comían mucho.
El salón se queda casi pequeño para deplegar el ranchito y hacer una reestructuración de equipajes.


Por una noche es agradable dormir en uno de esos hoteles con albornoz y mesita con espejo :)

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