Memento Budapest.

451 hasta Budapest, vamos allá sin muchas interrupciones. Los insectos durante este tramo son muy abundantes, aunque limpies el casco, al rato ves como un caleidoscopio. Después de la frontera en Oradea ya no hay carros en las carreteras y las autopistas son como en casa y puedes pagar todo con euros y con tarjetas. Lo que sí había eran chicas en las cunetas, con una furgoneta al lado, no sé.

A medio camino probamos delicias abundantes.Y llegamos a Budapest ya por la tarde. Así que lo que sigue es una pequeña licencia poética, porque en realidad ocurrió al día siguiente. Uno de los puentes que une Buda y Pest.
En lo alto vemos una estatua.
Debe ser inmensa, porque está lejos y mira cómo se ve desde aquí! Y resulta que hay un parque Memento donde han reúnido las estatuas que fueron retirando de plazas y otros lugares y las han reunido allí. Vamos!!!
Preguntando un par de veces llegamos. Y nos impresionamos. La "Gran hermandad de los pueblos Húngaro y Soviético"
Este señor se llamaba Kalamar. Lo pone.

Esta era de hojalata.


Monumento a las Brigadas internacionales.
Mira! Belchite!!
No podía evitar hacer el tonto. Taaaaaan épicas, taaaaaaan grandes, te entra como un sentimiento de rebelión.
Monumento a los mártires.
Camarada Hulkovich. Se le puso un humor más raro...

El Jazz Garden. Cena deliciosa servida al compás de una buena " jam".

La penúltima en el garito más peligroso en el que he estado desde que fuí a esa casita de la A2. Muchas velas románticas iluminando una decoración retro toda de madera, el suelo lleno de cáscaras de cacahuetes que no sólo son altamente inflamables, sino que además huelen mal, y las paredes cubiertas por varias capas de notitas y otras manifestaciones escritas sobre papel que habían ido dejando los clientes a lo largo de varios años.

Y dejaban fumar!!!