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23/2/12

Aguas abajo

Hoy ha sido día tipo Heidinou, las secundarias eran meras transiciones. Bajaremos a encontrar el Ebro en Sástago y Escatrón. Y luego en la otra orilla, y luego en una nueva. Es lo que tienen los meandros...

El camino que tomamos en primer lugar rodea una de las fértiles vegas donde se cultiva arroz, y pretende acercarnos a un castillo que morabito ha divisado. El cielo está limpio, no hay viento, tantas personas como motos y resulta que somos nosotros dos! Qué más se puede pedir?

Mientras el camino que hemos tomado nos va llevando mucho más al sur de donde está el castillo, mi guía particular alerta de sillería antigua. Y aunque yo lo habría pasado por alto como una de tantas casas abandonadas o reutilizados sus muros para otros menesteres,...

...pues al final resulta que el arco es por lo menos siglo XII!

El Ebro nos recibe al final de cada meandro, cada parada es una postal.

Rodeando la llanura hacia el este. lo encontramos. El Warsa Hins,- como pone en el letrero explicativo -, el castillo de La Palma a lo lejos, en tó lo alto.
 

Vale, nos equivocamos. Se ve, sobre el Monte de la Rosa, pero no es accesible desde aquí. Lo pequeño al final de la flecha soy yo.

La pista muy amable, grava bastante apartada de las rodaduras, sin desniveles considerables.

Al final, el camino equivocado termina en la carretera, un poco antes del desvío que tomamos en primer lugar. Vamos a por el segundo intento de toma del castillo!

Esta sí es la buena. Triunfamos!

Por caminos que antes pisaron celtíberos, romanos, visigodos, moros, cristianos... En otros países sería impensable que estas ruinas hubieran degenerado tanto.        

Y ahora? Ahora, a por el fortín de Sástago! Dominando la llanura, desde el torreón, durante las Guerras Carlitas se enviaban señales ópticas, más difíciles de sabotear que un cable de telégrafo, a las torres de Quinto y Escatrón y de éstas a...

Y ahora? La carretera nos lleva hacia Escatrón, desde aquí fichamos dos torres más altas que la otra, que parece de una mezquita?

Sobrepasamos el pueblo y tomamos una pistilla que sobrepasa una de las centrales.

Donde los mapas no sirven de nada: son las pistas, donde cada bifurcación es una apuesta y una puesta a prueba del sentido de la orientación.

Es el lugar donde los Monegros chocan con el Ebro y a veces parece que lo han sobrepasado. Y ahora? Cada intersección es un dilema, pero todos acaban encontrando la orilla del río.
 

Volvemos a Escatrón, el Monasterio de Rueda se ve así de bonito desde aquí, y también las cascadas pequeñas del Ebro creadas para dirigir el agua a los riegos de la zona.

Imposible no relajarse si se deja uno llevar por los hilillos de agua que rebasan de la rueda del Monasterio de Rueda.

 Y ahora? Después de rodar como la noria, dando vueltas por los meandros, ahora a comer. Elegimos el embarcadero. (La flota del Ebro ni siquiera está amarrada, pero como las meigas, haberla, hayla).

Y ahora? Ahora acaba la rutilla "de salón", que por lo marrón el tiempo cunde mucho y los kilómetros se alargan. Y ahora, a preparar la siguiente!


2 comentarios:

destrodelto en moto dijo...

Bonita ruta, las ruinas suelen ser peligrosas, hay que tener cuidado donde nos metemos.

Un saludo.

A.K.A. dijo...

La verdad es que tienes razón, la próxima vez, no me quito el casco!!

Felices rutas!