Será una cuestion ancestral esa de levantar templos y monumentos, tendrá algo que ver con el culto a los muertos y es algo que ocurre en todas las civilizaciones.
En Aragón y en otras partes de España se erigen peirones, humilladeros y cruceiros dependiendo de la región. Los santos, cristos y vírgenes se supone que protegen al viajero, y muchas veces marcan límites en los caminos e incluso sirvieron para demostrar una fé que no se compartía.
También vemos a veces unas flores donde hubo recientemente un accidente, flores que se van marchitando y otras que algún ser querido va cambiando, hasta que el paso del tiempo va curando las heridas de la pérdida. Ocasionalmente se levanta una cruz ante el lugar donde ocurrió el siniestro.
Eso sucedía en Grecia, tierra de dioses, templos y con una gran historia de hechos de armas y accidentes de tráfico. Dependiendo de los recursos económicos, la importancia de los personajes y de los hechos acaecidos, eran flores, cruces de hierro o humildes hornacinas de metal las que adornaban las cunetas y casi todas las curvas.
Han pasado más de veinte años desde que visité por última vez Grecia, en estos años de vertiginoso desarrollo y "prosperidad económica" se han producido muchos cambios, han mejorado las carreteras, los puertos, los vehículos...y el "arte funerario cunetero" también.
Olvidadas y oxidadas capillitas, sobreviven junto a actuales miniaturas de basílicas y catedrales de dudoso gusto que se venden en los almacenes de material de construcción, para llegar y plantarlas.
Algunas de las que nos vieron pasar:
(Al final hemos juntado un montón)
2 comentarios:
Maravilloso viaje,excelentes viajeros,estupendo reportaje...¡Salud!
Curiosos 'homenajes'
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