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5/9/12

Hacia Ancona por la Umbría y cruzar el Adriático hasta Durrés

Hoy vamos hacia la carretera de la playa, siguiendo el camino de ayer hasta cruzar las dos cordilleras y luego paralelos a la costa, con la playa a la izquierda, hasta Ancona, como siempre huyendo de las autopistas.


Pero vamos, al principio de la mañana son las montañas las que nos envuelven.

Escena costumbrista de un pueblillo cualquiera de la zona. Poquito tráfico.

A medida que nos acercamos a la costa, las montañas son sustituídas por suaves lomas y donde había altos árboles ahora hay bosquecillos de especies variadas y por supuesto infinidad de olivares.
 

Y encima de cada una, un castillo. Por ejemplo, en Arcevia.

Esta para el motoclub Anzánigo y amado líder presidencial.

Los castillos de esta zona son ese elemento típico del novato del viaje: Mira!! Foto!! Y resulta que luego hay uno en cada esquina. como las ardillas en Fuerteventura, como las capillas cuneteras en Creta.

Peirón y castillo antes de llegar a Montale.

Antes de inciar el viaje consultamos por internet: el barco opera en días pares, parte a las 19:00 y llega a Durres a las 14:00. Una vez en el muelle comprobamos que el precio es más barato que si lo hubiéramos comprado online :) Detalle del barrillo del puerto cuando vamos a sacar los billetes.

Detalle fantástico!! Más tarde - en Gythio- nos encontramos con los encantadores dueños de este par de maravillas, que fliparon cuando morabito les enseñó esta foto. Qué pequeño es el mundo!. Se trata de Chris Rentz que va trazando rutas.

Como nos queda mucho tiempo subimos a la loma que domina la ciudad - y el puerto - y aprovechamos para comer. Las PDAs están arruinando el negocio a los camareros italianos, ayer nos dejaron sin filete y hoy ha pasado lo mismo con los segundos cuando hemos pedido antes de embarcar. Suerte que las raciones son abundantes!

El puerto está integrado en la ciudad, dominada por la cúpula de San Ciríaco.

Al otro lado, todo tipo de policía italiana: policia local, carabinieri (qué buenos!), polizia estatale, guardacostas, polizia de finanzas,... (!) El barco no es para nada caro, si bien no pone que sea Low Cost. Es un poco de la época comunista albanesa remodelado. La señal, muy gráfica.

Tranquiliza?

Ya embarcados, pero sin zarpar, vemos cómo un fenómeno se encarga de subir a bordo todo tipo de vehículos, entre ellos una oruga de última hora, el extraño remolque con un porsche, rejas de hierro forjado y una nevera. Una nevera?, También un joven en una custom disfrazado de malote con la raya del pantalón de cuero marcada y un Range Rover de apoyo.

Adiós, Italia. Ahora sí que siento que estoy fuera de casa!

El práctico, que lo hizo muy bien.

Con más bien poco que hacer, por 25€ cenamos a bordo un filet mignon (no se si fue por dejar de fumar, pero lo cierto es que hacía mucho que no paladeaba algo tan bueno y en un ferry!!) con vino del cagalse. Y entre el alcohol y las olas nos mecemos y nos dormimos. Y despertamos, comemos y estamos en Albania!

Movida para desembarcar los extraños vehículos que habían subido, pero que no nos afecta porque en este barco estábamos justo a la salida. Unos metros más allá, la aduana rapidita, y los de la caseta educados, como me gusta a mi.
 

Una autopista resbaladiza y sin una sola curva ni cambio de dirección nos lleva hacia la capital en el este. Desembarcamos y nos dirigimos hacia Tirana. Hay muchísima policía, en coche y en las aceras. Desde aquí se ve el monte al que nos dirigimos.

Empezando por AL, tenía que haberme figurado que sería bastante moro, esto. Además de varios engendros de dos ruedas vi coches convertidos en puestos ambulantes (se llevan muchísimo las llantas), al lado de otros vehículos más lujosos - que por supuesto tenían preferencia.

Por otra parte, su situación geográfica, le otorgan un aire post comunista, con un ambiente femenino parecido al de Odessa, si usted me entiende.

En medio de la plaza, como ya había visto en Google: la estatua de Skanderbeg (Flipa: fue vasallo de un rey de Aragón y aliado del mismísimo Conde Drácula)!! FOTO conseguida!!

Birra para celebrar y después hacia el este, hacia la montaña Djati.

Pero no recto, claro, - que con morabito eso no existe aunque le convenzo para evitar pistas- sino dando un paseo por los suburbios de Tirana. Muy revelador.
 


Llegamos por una so-called carretera a uno de los hoteles de los que conocíamos su existencia, en el monte Djati, en tó lo alto.

Con piscina, habitación con vistas sobre la ciudad y más a lo lejos, el mar. Hay que decir que si bien el mapa que llevábamos de Italia era 1:600.0000, el que teníamos para Albania era un Michelín de anillas de Europa y más allá. Tirana pillaba justo en el borde que se superpone entre una página y la siguiente. Apenas un centímetro.

La cocina coqueta, sus platos de calidad y sus caldos de lo mejor. Fran, el clon de Vaxtor que atendía la recepción estuvo todo el rato pendiente de ocuparse de las traducciones al inglés, que entre los camareros no se estilaban.

Además de atardecer fabuloso, el lujazo de ver cómo se enciende la ciudad por la noche, que morabito me puso hasta fuegos artificiales!


En la habitación, detalles internacionales: reconozco que no he llegado a saber si era fría o caliente. Pues eso, un pis y a la cama.

Era todo tan idílico en arriba las montañas tengo un nido que estuvimos valorando quedarnos una noche más. Que si hubiera yo sabido lo que me esperaba al día siguiente!!!!

1 comentario:

Deng Solo dijo...

Qué envidia me dais ...