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11/10/13

Tineghir, el día del Pilar

Hoy nos despertamos en el desierto, pero dentro del riad, afortunadamente. Me pongo la camiseta de pilares para crear ambiente y otros se ponen cachirulos por lo mismo. Celebrando!!

La etapa es bien cortita: volveremos a Erfoud y desde allí pasaremos por Goulmima antes de llegar a Tineghir, en lugar de hacer el camino más corto, que es una reeeeecta. Podemos entretenernos todo lo que queramos, por ejemplo, charlando con los camellos y con su dueño.

O sólo con los camellos. No tienen nombres propios, les suelen llamar por el color del pelo, que para Ibrahim, que les estaba cuidando es más bonito cuanto más claro es.

El caso es que aunque yo me quedaría aquí, con el fénec, los camellos y sin casco - que si, que ya sé que no está permitido! -, hay que marcharse ya.

Paradójica sensación de libertad que me había perdido la vez anterior por venir con la custom, saliendo del hotel hasta la carretera, cada uno por donde le parece. Ancho es el desierto!

Y una vez en la carretera, saliendo del desierto, esta vez sí que por encima del asfalto. Ya hemos llegado lo más al sur que pretendíamos, ahora toca hacia el norte. Al loro la señal de curva peligrosa en el minuto 0:55 aprox. Juas!

Avanzamos unos kilómetros, sobrepasamos un hotel con camionacos potentes y... espera, Julián se adelanta hasta la cabeza del convoy. Naske intercambia gestos con él y damos media vuelta. Vamos a tomar ya nuestro tercer desayuno? Será el almuerzo? Otra ronda de bota o whisky bereber?

 No es beba, sino Coma! El Gran Marc Coma!, Como era el día del Pilar le pusimos un cachirulo y sin amenazas de ningún tipo, posó amablemente para que el momento "pasara a la prosperidad" en la Foto Oficial de Pilares 2013.

Además su equipo fué muy amable y nos dejó cotillear a gusto. Bitel se fijó, cómo no, en las ruedas.

Después del subidón famosero pasamos por pequeñas aldeas, en una de ellas compartimos la bota de vino y otra tanda de bolígrafos y caramelos para los más pequeños. Fuera prejuicios! Además, su religión les permite rezar de una tacada todas las oraciones del día, quedando luego libres de pecado de nuevo.

Otro morabito. Pasa como con las setas y los peirones, cuando has visto uno, ya van apareciendo muchos más.


Llegamos a Goulmima. Se puede apreciar el carril peatón, carril bici, carril burrito, carril motocarro, todos simultáeos y sin problemas!
   
El fútbol, que llega a todas partes y siempre es buen tema para romper el hielo :) Bueno, menos si eres del Rif y estás en Casablanca!


Pasamos por varias aldeas que no vienen en el mapa, pero son tan recoletas, están tan alejadas del resto y unas de otras, que al cruzarlas se puede apreciar cómo va cambiando la moda en el vestir femenino. Aquí se lleva la candora en colores pardos, aquí negra con dibujo a la espalda, allí más claritas con echarpe de lado,...

 Nuestra meta, el corazón del Atlas.



La entrada natural es la más fácil, el curso del rio.

Ahora si, paradita tranquila para tomar algo. Mientras preparan el plato de temporada - pollo - y compramos unas almendras buenísimas en la trasera de la moto de Bitel se van apilando un montón de maletas y paquetes.Cuando llega el autobús de línea tenemos miedo de que carguen también la BMW en la baca!!

Una constante a la hora de comer, el invitado felino. Algunos más curiosos, más desconfiados, más delgadillos, claritos, a rayas, ansiosos, pequeños o grandes, pero siempre hay uno a tus pies.

Un poco más adelante, el Atlas se iba mostrando por dentro

Mira! por aquí se llevan las candoras negras con borlitas de colores! Después de todo, quién no se ha traído una para andar por casa? Impagable el momento que abres la puerta y han llamado los Testigos de Jehová!!!

Pillado! detenido, que en marcha sale siempre borroso :P


Estamos muy altos, a más de 1.500 metros. Y algunas de esas cimas sobrepasan los 2.500!! La verdad es que se siente uno muy, muy pequeño.

Unas cabritillas que querían ir al otro lado en un vado fetén para hacer un posado.
 

Por el tamaño de las piedras que se ve que ha arrastrado la corriente, se hace uno idea de la fuerza que debe llevar cuando todo el agua del invierno salga por este cauce. Esto es naturaleza indómita!

El delirio de cualquier geólogo.

Y entramos en zona de pastores de camellos. Se sabe porque primero se ve a los camellos, y luego a sus cuidadores.

Cuidado con quien te guiña un ojo, camello, podría estar apuntándote!


No sé exactamente dónde estábamos en este momento, pero mola la kasbah, eh?

Del mismo color que la tierra donde se asienta, un hotel. Espero sinceramente que le vaya muy bien, y probablemente será así. La mayoría no han pedido créditos y van construyendo a medida que pueden hacerlo. No les gustan las deudas. Además, cada vez hay más gente que encuentra el placer de dar una vuelta por aquí.

INMENSIDAD

Yo me iba acordando de cierta personilla que temía que nuestra excursión estuviera dedicada a los tuscos, pero claro, es que hay piedras y PIEDRAS!!

Y ahora sí, con ustedes, la GARGANTA DEL TODRA, que no cabe en la foto. Desde el norte:
 
Y desde el sur. La parada en la garganta es aprovechada por los vendedores y alicates con sus puestecillos, ofertas y ganas de charla, cigarrilos, unos dirhams...

Imprescindibles semovientes, que éstos si que trepan por donde nuestras máquinas ni lo sueñan.

Y ya cayendo el sol llegamos a Tineghir, las afueras mucho más bonitas que la zona central.

Hoy podemos elegir entre varios hoteles: por 10€ noche hostal de carretera con baño apestoso que justifica el precio. Por bastante más: hotel decadente sin ninguna gracia, y entre los dos precios, y gracias a las gestiones del acreditado "periodista HRG", piscina y comodidades varias. Pudiendo elegir, NO HAY COLOR!


Por la noche, una vez asentados en el hotel (por fín!), cenamos en la plaza central de Tineghir. Nos quieren vender un paquete de Marlboro a 4 €. La respuesta es unánime: - Ni de coña!

Mañana hay ruta alternativa, naske y morabito irán por Agudal del Todra al Dades por una pista incierta - cuando estuvimos en Midelt ya se ocuparon ellos de informarse bien sobre el estado - y las gacelas, al cuidado Bitel, a la ruta del Valle de las Rosas.



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