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12/10/13

Desdoblados: El Dadés y las Rosas

Hoy toca plan doble. Mientras los intrépidos aventureros (juas, juas!) tomarán la mítica pista en la que mi shadow se rindió, Jesús guardará a las tres gracias en un agradable paseo por La Ruta de las Rosas, ¿se puede ser más apropiado?. Iremos cada grupo a nuestra marcha y coincidiremos en algún punto del Dadés. Cuento nuestra ruta primero.

Bitel y las gacelas en el Valle de las Rosas

¿Primero? La primera en la frente! Que no vamos con los aventureros para no pisar tierra y nada más salir a la carretera nos encontramos con obras.

Luego, una de esas poner-puertas-al-campo (que aquí son puertas al desierto). Me gustan!

Paramos en Ifri y desayunamos en la terracita como está mandado, Jesús va pletórico con su harén. Se nota que es el centro de las miradas. Sin problemas de idioma al ir al lavabo. OH!

 Visitamos los grandes almacenes situados en el zoco que hay al otro lado de la carretera, donde casi todo se vende a granel y los escaparatistas demuestran su arte.

Calculo mentalmente cuánta basura ahorran sin envasar cada 10grs. de mantequilla en pequeños sobrecitos que se embolsan a su vez en grupos de 10 que vienen envueltos en plástico en paquetes de 5. Lo de que se ahorre en servilletas y papeleras no lo veo tan bien.

Vamos hacia Kelaa Mgouna, que es donde se encuentra el desvío, y si no llega a ser por mi,  ni nos perdemos ni nada, que Bitel ya había preguntado en la primera gasolinera. Haciendo honor al nombre, todas las tiendas de por aquí exhiben carteles con anuncios de cremas, perfumes y demás derivados de las rosas damasquinas (que no vemos porque florecen en mayo).

En medio del vergel que crece a la vera del Oued M’Goun aparecen, como castillos de chocolate que se están derritiendo un poco, dos kasbash enormes. En una de esas paradas maternales para repartir caramelos, los niños me enseñan mi palabra nueva de hoy: "bashab": cordero. Les hace mucha gracia que les pregunte "Shnoo Ishmek", cómo te llamas?


Bou Tharar, con mujeres lavando en el puente del río.


Hay un puerto magnífico en el bucle que completa la ruta de las rosas. Desde allí se ve, bajando por la colina de enfrente, la pista que desemboca en el Dadés, pero la dejamos para otra ocasión.

Espera, el sol está a nuestra izquierda y el bucle debería llevarnos a la derecha, hacia el este. Cuando llegamos a Almdoune, otro oasis en medio de la nada, constatamos que nos hemos perdido de nuevo. Al fin y al cabo, "Soy Happy Road Girl, puedo perderme antes de llegar al cruce!". Media vuelta.



Se supone que debíamos haber hecho bucle en Bou Tharar, pero no vimos ningún desvío. No nos importa, porque el puerto que acabamos de cruzar es realmente digno de recorrer en sentido contrario. Buen asfalto, curvillas abiertas y espléndidas vistas.


Nos cruzamos con dos personajes en sandalias y un escuter, ya mayores. Nos enteramos después de que se cruzaron con morabito y naske en la super pista, - y comemos en un chill out en varias alturas con terrazas que dan al riad. Nos ponemos como boas y nos da tiempo a tomar aquí hasta el té de las five o'clock.

De vuelta nos cruzamos con los aventureros un poco más abajo del Dadés de lo que habíamos previsto. El reencuentro es fenomenal: - Estáis enteros! - decimos nosotras. - Se han portado bien? - Preguntan ellos a Bitel. La tarde nos deja luz suficiente para adentrarnos un poco en el Dadés, hasta el puente, me dice morabito, y os volvéis. Los vídeos cruzándolo se convierten en una superproducción. Primero pasa Bitel. Sin problemas.

Pero cuando va a pasar Lola se amontonan el autobús, el burrito, la mujer llevando un fardo de paja, los espectadores, todo un atasco!

Luego pasó esta otra señora.



La ruta de los aventureros: Pisteando míticamente.

naske y julián nos cuentan su travesía por la pista que une Todra y Dades, no estaba tan mal como pensaban y los paisajes son espectaculares a casi 3.000mts de altura.


Pueblos como Agoudal, donde no parece pasar el tiempo en siglos si no fuera por tanta parabólica en los tejados.

Entrando en Agoudal con la típica hospitalidad marroquí, todos se ofrecían de guías, incluso de paquetes

Y saliendo

cortados y montañas
ll

Los franceses y la scoopy: Una ruta que pensaban era solo para expertos hasta que se encontraron con un matrimonio septuagenario francés en su scoopy y sandalias que nos cruzamos nosotros mas tarde por el valle.

y hasta un ciclista sevillano que buscaba la soledad y se escondía en cada etapa para acampar.

Su fauna, cabras en los desfiladeros
 


Y ya todos juntos:

Tomamos como sede el famoso mirador que sale en la portada del mapa Michelín, tenemos todo el garito para nosotros solos, lujazo!!!

Uno de nosotros trata de descubrir el límite de las karoo3 y lo consigue. Se acciona el plan de rescate, pero al final queda en agua de borrajas, que los héroes se levantan solos!



Nos llega la información de que los cerdos no se comen aquí porque eran los que limpiaban los campo de batalla.

La imitación de Mohammed por países es impresionante: los tajantes alemanes, los prepotentes americanos, los melosos italianos, todos quedan retratados en su show, policía incluída. Cuando llega a los españoles, dice: - Igual que los bereberes - y comienza a gesticular y simular barullo.

Desde aquí se ven las estrellas estupendamente. Mohamed nos enseña la cruz del sur (en el norte, y tampoco coincidía con el triángulo de verano!) y alguien señala "la cometa", que tampoco apareció en ningún mapa estelar. Snif.

Toda la altura que salvan las famosas curvas la tiene que salvar también el hotel donde nos alojamos, un montón de escalones que escalamos varias veces esa noche en nuestros recorridos motos-habitación-motos-cena-habitación. Por suerte, hoy eran de bajada llevando los petates.

Esta noche es también emocionante, además, porque hay muchas historias que intercambiar sobre nuestras aventurillas por separado. Y mañana aún queda más!!!

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