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31/8/12

Barcelona - Civitaveccia: Grimaldi apesta.

Después de sortear los diversos imprevistos que pusieron en jaque el viaje (operación del tendón del meñique a 3 semanas de la partida, ataque de ciática a dos, intoxicación por setas a una y accidente familiar dos días antes del inicio) por fin abandonamos Zaragotham, contra un fuerte viento racheado, por la carretera que más toros tiene de Osborne de las que yo conozco la N-II.  El objetivo de hoy es coger el Ferry en Barcelona, que es lo único que hemos reservado de todo el viaje.

Toro nº1:

Toro nº2

Toro nº 3 Va a ser difícil de superar por el cretense :P


A ritmo de no desgastar las Heidenou, tranquilitos, paramos a comer donde el muñeco larguirucho -si has pasado alguna vez por aqui, sabes de qué te hablo- antes de ver la silueta fascinante de Montserrat: ahora sólo 50 kms. aproximadamente nos separan de la costa.

Tras infructuosa búsqueda de escarapelas de la enseña española en las Ramblas, llamamos a Desperado, que me ilustra y discute con morabito sobre guerras, naciones e Historia en general y además nos invita a cenar unas gambas y un jamón que aún me saben a gloria cuando me acuerdo.

Poco antes de despedirnos y embarcar recibimos un sms en el que la naviera Grimaldi avisa que el barco - que ya era sustituto del que habíamos contratado en un principio-, saldrá con una hora de retraso.

Una vez a bordo, tickets por valor de 50€ para que les perdonemos por las molestias causadas mejoran un poco nuestra opinión sobre la compañía, que empeora de nuevo otra vez cuando nos damos cuenta de que no se nos avisa de que haremos escala en Puerto Torres, Cerdeña, entre aguas con doble nacionalidad.

Ni de que tardaremos otras seis o siete horas más de lo previsto en llegar a nuestro destino, aunque no todas ellas fueran debidas a las carga y descarga en la isla.

Disfrutamos de la compañía de Ricard y Hernán. Unos fenómenos que viajarían hacia el norte con los que compartimos el espectáculo de adolescentes rumanos celebrando su fin de curso bailando desenfrenados con su diplomulului recién obtenido! Grimaldi se ha especializado en este tipo de eventos :P El resto es mar...

Toda la noche meciéndonos y 5 minutos después de que por megafonía anuncien que desembarcaremos en una hora - a las 02:30 hora local -, una limpiadora con muy pocos modales va gritando por los pasillos que hay que "Desalojar las cabinas" como si hubiera un incendio dos horas antes. Decididamente, un apellido bonito para una naviera con muy poco estilo. Apesta. Los 4 coincidimos en reclamar. Pero nos lo hemos pasado muy bien!!

Noche cerrada al pisar tierra. Oh! Una Lampf de la moto de morabito se ha fundido. (Lo pone en el ordenador de a bordo, pero también se nota porque el faro no luce mucho :P) Esto, unido a que siempre sale uno del barco un poco aturdido, la ligera lluvia, la señalización italiana y el susto que nos da uno que se salta el stop sin verme, hace que abandonar el puerto nos lleve un ratillo.

Enfilamos como podemos hacia Viterbo, pero las condiciones no parecen las mejores para conocer el lugar. Elegimos el primer hotel que vemos para dormir. Tenemos mucha suerte, mañana es fiesta en el lugar, está todo completo, pero: hay habitación libre! Y es chulo! Buenas Noches, Italia!


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