Las puertas del hotel dan directamente al bosque. Imponente.
La comitiva nupcial en este caso incluye caballos. El resto, en coches adornados con globos van tocando el claxon y montando mucho alboroto y en Gura Honolului (donde nos quedamos unos días más tarde) montaron un follón descomunal dando varias vueltas a la glorieta de la calle principal.
La que fué reina de Rumanía, María de Sajonia Coburgo y Gotha. Su cuerpo esta enterrado en el monasterio de Curtea de Arges, su corazón en Sinaia. Había una exposición sobre ella en la plaza enfrente del hotel.
Y ahora sí, esta era nuestra meta inicial de ayer: Brasov. Aunque viendo las dimensiones, nos alegramos del error.
También hay cartel tipo Hollywood.
Me encanta esta arquitectura.
Entrada al cementerio, en la iglesia próxima iban a celebrar un bautizo.
La plaza principal de Brasov es muy amplia, rodeada por las casitas típicas de aquí, muy Sisí Emperatriz.
Desde aquí arriba escuchamos dar las doce en el reloj de la plaza de abajo con unos señores vestidos de época tocando trompetas.
Después de visitar Brasov nos acercamos a Bran, dominios del Conde drácula, pero está tan lleno de turistas - en el mercadillo puesto al pie del castillo venden calcetines típicos muy gordos, chalecos, todo tipo de máscaras de miedo y hasta puzzles de Hanna Montana - que preferimos entretenernos por los alrededores más profundos. Una mini-casita que vimos en el camino:
Una pequeña iglesia con un precioso mural. A los lados casitas de lo más humilde.
Al fondo el "Castillo de Drácula".
Las curvitas hacia Poiana Brasov pasan entre laurisilva con helechos a pie de suelo y árboles de Navidad hacia lo alto. Delicioso el paseo, buen asfalto.
Volvemos a Rasnov que desde la carretera de Bran se ve así de bonito.
Si ayer hubiéramos venido por esta carretera nos habría quedado mucho más claro.
Una de las iglesias de Rasnov, magnífica para un pueblo tan pequeño.
Por la noche comemos carne de la MUY buena, de la que se puede tomar en filete tostadito por fuera pero con el interior de carne cruda que permite paladear cada una de las texturas en cada uno de los estados de cocción. Me relamo.
La comitiva nupcial en este caso incluye caballos. El resto, en coches adornados con globos van tocando el claxon y montando mucho alboroto y en Gura Honolului (donde nos quedamos unos días más tarde) montaron un follón descomunal dando varias vueltas a la glorieta de la calle principal.
La que fué reina de Rumanía, María de Sajonia Coburgo y Gotha. Su cuerpo esta enterrado en el monasterio de Curtea de Arges, su corazón en Sinaia. Había una exposición sobre ella en la plaza enfrente del hotel.
Y ahora sí, esta era nuestra meta inicial de ayer: Brasov. Aunque viendo las dimensiones, nos alegramos del error.
También hay cartel tipo Hollywood.
Me encanta esta arquitectura.
Entrada al cementerio, en la iglesia próxima iban a celebrar un bautizo.
La plaza principal de Brasov es muy amplia, rodeada por las casitas típicas de aquí, muy Sisí Emperatriz.
Desde aquí arriba escuchamos dar las doce en el reloj de la plaza de abajo con unos señores vestidos de época tocando trompetas.
Después de visitar Brasov nos acercamos a Bran, dominios del Conde drácula, pero está tan lleno de turistas - en el mercadillo puesto al pie del castillo venden calcetines típicos muy gordos, chalecos, todo tipo de máscaras de miedo y hasta puzzles de Hanna Montana - que preferimos entretenernos por los alrededores más profundos. Una mini-casita que vimos en el camino:
Una pequeña iglesia con un precioso mural. A los lados casitas de lo más humilde.
Al fondo el "Castillo de Drácula".
Las curvitas hacia Poiana Brasov pasan entre laurisilva con helechos a pie de suelo y árboles de Navidad hacia lo alto. Delicioso el paseo, buen asfalto.
Si ayer hubiéramos venido por esta carretera nos habría quedado mucho más claro.
Una de las iglesias de Rasnov, magnífica para un pueblo tan pequeño.
Por la noche comemos carne de la MUY buena, de la que se puede tomar en filete tostadito por fuera pero con el interior de carne cruda que permite paladear cada una de las texturas en cada uno de los estados de cocción. Me relamo.
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