¿Dónde despertamos hoy? En Teluet!
Algunos madrugadores ya están en pie, intercambiando, trazando rutas antes de desayunar. Después de ver la kasbah local, nosotros queremos ir a las Cascadas de Ouzoud por aquello de seguir rompiendo el tópico de que aquí es todo desierto.
Máquinas cargadas y dispuestas, intercambio de direcciones... y de motos! A Pascal le queda muy bien la mía y creo que la próxima vez que la vea será sobre la suya propia. GIRLS RIDE, GIRLS PRIDE . (again)
Al lío. Vamos a ver la fortaleza.
Ninguneada durante años por la UNESCO debido a rencillas políticas, parece que en los últimos años Mohammed VI encargó obras de restauración, pero hasta el momento no se han llevado a cabo.
Uno de los peligros de estas construcciones hechas con adobe es que se deshagan con las lluvias. Aunque ésta tiene también armazón de piedra, el desgaste le confiere ese aspecto de chocolate derretido que me encanta.
Como si fuera una ostra, el exterior no dice gran cosa.
Larga, la historia de esta kasbah que sobrevivió hasta bien entrado el siglo pasado (el XX), aquí la cuentan muy bien.
Pedazo de llave.
No menos impresionante que la puerta que abre.
La cristalera del techo se añadió con posterioridad, dejando el patio cubierto y a salvo de la intemperie.
Atención a las "bisagras", acordes al tamaño de las puertas, claro
Al cabo de un rato de estar aquí, si cierras los ojos puedes ver formas simétricas alejándose en el fondo de los párpados.
"Horror vacui": que no quede ni un centímetro sin adornar!
La fortaleza constituía, en sus inicios, una especie de parada para repostar para las caravanas que venían desde el sur hacia Fez, Meknes y Marrakech, y - nos cuenta el guía -, esto hizo que muchos de los esclavos negros dejaran su color de piel por aquí al quedarse por diferentes motivos.
No cocinamos en esta sala, pedimos la comida y la suben en este hornillo.
Techos de cedro, suelo de mármol,... una lástima que no se conserve nada del mobiliario.
Su celosías, que permiten mirar hacia afuera impidiendo que se vea a quien está dentro, y la historia que nos cuenta Julián sobre Rosita Forbes, que enamoró al propietario que hizo cazar y asar un montón de gacelas en su honor, hacen que la imaginación se desborde e invitan al amor.
Foto de amor número dos:
Nuestro guía, extremadamente amable, está aprendiendo a hablar español, y se le da muchísimo mejor que a mi el árabe: 14 palabras en dos meses. Vaya carrera llevo.
Más texturas. Fotocopia cualquier fragmento de éstas y tienes un buen patrón para estarcir o bordar en esos días lluviosos.
La única superficie que no tiene adorno es el cristal!
Fascinante la visita, es hora de ponernos en camino. A la salida, uno de esos pobres corderitos que celebrarán, a su pesar, el Grid. Qué lejos estamos los urbanitas de la vida y la muerte. Puede que tuviéramos más respeto por lo que comemos si hubiéramos seguido más de cerca el proceso de los alimentos hasta que se encuentran en el plato.
En marcha, que aún tenemos algo de ruta por hacer.
David se convierte en parte de nuestro grupo de aquí en adelante, aportando, aparte de la olla express, la cafetera y los dátiles - que conseguía llevar en esas no muy voluminosas alforjas -, su compañía amena y variada e interesantísima conversación. Gracias por venir! Vamos a las cascadas de l'Ouzoud.
Antes hay que superar el puerto de llorar Tizi`n Tichka, si bien lo han arreglado desde la última vez que pasamos. En el carril de subida, cada varias curvas, se ven coches humeando, los radiadores secos por el esfuerzo.
Sigue siendo impresionante, pero ya no da tanto susto como cuando estaba lleno de gravilla!
El famoso graffitti que denota el buen gusto que tienen por aquí en lo que a marcas se refiere :P
Sí, ahí está.
Llegando al final, una de esas cunetas que "dan frío". Montones de cachivaches de alta fragilidad amontonados de tal manera que hagan efecto dominó al menor golpe.
Y otra de las anécdotas de asertividad inversa. La pregunta: - Los taghines se pueden usar sobre placas vitrocerámicas? - Si, si, claro. - Responde el vendedor después de dar los precios de 18 o 20 de ellos. - No, no sirven. - Es la autoafirmación. Y nos vamos (?) deben flipar con nosotros, fijo.
Cualquier momento, cualquier encuadre, merece una foto a nuestros ojos. Y los gatos, igual que pasa con las motos hacen que las imágenes cobren otra perspectiva.
Por el camino condecoramos a Jesús porque no hay situación en la que no encuentre un lado chistoso, empezando por la Creación del Mundo cuando Dios hizo Teruel: Todo un valor!
El cámping Zebra es fácil de encontrar, hacemos sede y aún tenemos tiempo de visitar hoy nuestro objetivo.
Llegamos con luz amable a las más que fotografiadas cascadas de l'Ouzoud. Las pequeñas barcarolas en la base dan a este paisaje cierto aire camboyano, la verdad.
El comando de caballería permanece en tó lo alto, mientras la infantería desciende. Se les ve muy pequeñitos desde aquí.
Con monos! David aprovecha para contarnos el problemón que existe en Gibraltar, donde el buenismo ecológico ha dejado que las cinco bandas de monos de allí hayan crecido hasta rebosar, haciendo imposible su control.
Ahora están exportando algunos de vuelta en un intento de controlar la población.
Y no es para menos, porque la mayoría piensa en Marruecos como un desierto. Semejante chorrazo no deja de sorprender.
No, no queremos barquitas para mojarnos, pasaremos con nuestros propios pies.
El comando andarín baja hasta donde rompe el agua y cruza el vado.
Luego asciende - ya resollando algunos - por la ladera opuesta.
Algunos madrugadores ya están en pie, intercambiando, trazando rutas antes de desayunar. Después de ver la kasbah local, nosotros queremos ir a las Cascadas de Ouzoud por aquello de seguir rompiendo el tópico de que aquí es todo desierto.
Máquinas cargadas y dispuestas, intercambio de direcciones... y de motos! A Pascal le queda muy bien la mía y creo que la próxima vez que la vea será sobre la suya propia. GIRLS RIDE, GIRLS PRIDE . (again)
Al lío. Vamos a ver la fortaleza.
Ninguneada durante años por la UNESCO debido a rencillas políticas, parece que en los últimos años Mohammed VI encargó obras de restauración, pero hasta el momento no se han llevado a cabo.
Uno de los peligros de estas construcciones hechas con adobe es que se deshagan con las lluvias. Aunque ésta tiene también armazón de piedra, el desgaste le confiere ese aspecto de chocolate derretido que me encanta.
Como si fuera una ostra, el exterior no dice gran cosa.
Larga, la historia de esta kasbah que sobrevivió hasta bien entrado el siglo pasado (el XX), aquí la cuentan muy bien.
Pedazo de llave.
No menos impresionante que la puerta que abre.
La cristalera del techo se añadió con posterioridad, dejando el patio cubierto y a salvo de la intemperie.
Atención a las "bisagras", acordes al tamaño de las puertas, claro
Al cabo de un rato de estar aquí, si cierras los ojos puedes ver formas simétricas alejándose en el fondo de los párpados.
"Horror vacui": que no quede ni un centímetro sin adornar!
La fortaleza constituía, en sus inicios, una especie de parada para repostar para las caravanas que venían desde el sur hacia Fez, Meknes y Marrakech, y - nos cuenta el guía -, esto hizo que muchos de los esclavos negros dejaran su color de piel por aquí al quedarse por diferentes motivos.
No cocinamos en esta sala, pedimos la comida y la suben en este hornillo.
Techos de cedro, suelo de mármol,... una lástima que no se conserve nada del mobiliario.
Su celosías, que permiten mirar hacia afuera impidiendo que se vea a quien está dentro, y la historia que nos cuenta Julián sobre Rosita Forbes, que enamoró al propietario que hizo cazar y asar un montón de gacelas en su honor, hacen que la imaginación se desborde e invitan al amor.
Foto de amor número dos:
Nuestro guía, extremadamente amable, está aprendiendo a hablar español, y se le da muchísimo mejor que a mi el árabe: 14 palabras en dos meses. Vaya carrera llevo.
Texturas
La única superficie que no tiene adorno es el cristal!
Fascinante la visita, es hora de ponernos en camino. A la salida, uno de esos pobres corderitos que celebrarán, a su pesar, el Grid. Qué lejos estamos los urbanitas de la vida y la muerte. Puede que tuviéramos más respeto por lo que comemos si hubiéramos seguido más de cerca el proceso de los alimentos hasta que se encuentran en el plato.
En marcha, que aún tenemos algo de ruta por hacer.
David se convierte en parte de nuestro grupo de aquí en adelante, aportando, aparte de la olla express, la cafetera y los dátiles - que conseguía llevar en esas no muy voluminosas alforjas -, su compañía amena y variada e interesantísima conversación. Gracias por venir! Vamos a las cascadas de l'Ouzoud.
Sigue siendo impresionante, pero ya no da tanto susto como cuando estaba lleno de gravilla!
El famoso graffitti que denota el buen gusto que tienen por aquí en lo que a marcas se refiere :P
Sí, ahí está.
Llegando al final, una de esas cunetas que "dan frío". Montones de cachivaches de alta fragilidad amontonados de tal manera que hagan efecto dominó al menor golpe.
Y otra de las anécdotas de asertividad inversa. La pregunta: - Los taghines se pueden usar sobre placas vitrocerámicas? - Si, si, claro. - Responde el vendedor después de dar los precios de 18 o 20 de ellos. - No, no sirven. - Es la autoafirmación. Y nos vamos (?) deben flipar con nosotros, fijo.
Cualquier momento, cualquier encuadre, merece una foto a nuestros ojos. Y los gatos, igual que pasa con las motos hacen que las imágenes cobren otra perspectiva.
Por el camino condecoramos a Jesús porque no hay situación en la que no encuentre un lado chistoso, empezando por la Creación del Mundo cuando Dios hizo Teruel: Todo un valor!
El cámping Zebra es fácil de encontrar, hacemos sede y aún tenemos tiempo de visitar hoy nuestro objetivo.
Llegamos con luz amable a las más que fotografiadas cascadas de l'Ouzoud. Las pequeñas barcarolas en la base dan a este paisaje cierto aire camboyano, la verdad.
El comando de caballería permanece en tó lo alto, mientras la infantería desciende. Se les ve muy pequeñitos desde aquí.
Con monos! David aprovecha para contarnos el problemón que existe en Gibraltar, donde el buenismo ecológico ha dejado que las cinco bandas de monos de allí hayan crecido hasta rebosar, haciendo imposible su control.
Ahora están exportando algunos de vuelta en un intento de controlar la población.
Y no es para menos, porque la mayoría piensa en Marruecos como un desierto. Semejante chorrazo no deja de sorprender.
No, no queremos barquitas para mojarnos, pasaremos con nuestros propios pies.
El comando andarín baja hasta donde rompe el agua y cruza el vado.
Luego asciende - ya resollando algunos - por la ladera opuesta.
Alguna de estas plantas debe ser la que impregna el aire con ese aroma tan embriagador, vamos todos con la nariz hacia arriba, pero no conseguimos dar con el responsable. Quizá un algarrobo?
De vuelta en el camping, he comentado el nombre del sitio? Uno de los libros puestos a disposición muestra cómo fue la construcción desde que se les ocurrió la idea hasta este día prácticamente. Interesante.
Acogedores detalles que yo no ví.
Merecido descansito en el ambiente realmente acogedor que han conseguido crear estos holandeses.
Cena verdaderamente exquisita y velada interesante. Esta vez sin alcohol. Nuestras reservas murieron en la fiesta de Telouet y las únicas birras que se ven por aquí son reserva de los dueños!
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