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8/7/10

Pasando por el lugar donde nunca pasa nada

En una ocasión anterior (A la Estación atajando por el mar) pasamos de largo y quedó pendiente. Además este vídeo hizo que Miravete, el lugar donde nunca pasa nada, fuera uno de nuestros objetivos. El tercer motivo es Palabra de Morabito.


Ver Pasando por el lugar donde nunca pasa nada en un mapa más grande
Los prismáticos son buenos compañeros de ruta. En la laguna de Gallocanta tienen casa de verano las aves que vimos en La Puerta del Desierto: Merzouga.


Laguna de Gallocanta


Lo que corona la torre de la ermita de Tornos es una linterna, seguro que encendida lucía preciosa. Blancas, ermita de la Virgen de la Carrasca. Aquí se guardaba la boína carlista y la espada del  general Marco de Bello Hay que atravesar 10 metros malos (de campo, campo) pero sin ningún problema, es demasiado poco para ir caminando. Parada obligada por la supuesta existencia de la boina y la espada de Bello, creo. Está cerrada y ésta es la mejor foto que conseguí de su interior.



Bello. La casa donde vivió el tal De Bello también forma parte de la ruta. El boticario nos llevó a ver alguna otra casa curiosa.

Pensando en mi potencial futura máquina, que ampliará considerablemente la red de vías transitables.
La Baronía de Escriche es un paraíso de asfalto negro con curvas suavecitas recorriendo praderas tipo golf.


Otro de "esos carteles".


Vale que en el paraíso éste que os cuento había alguna que otra ramita atravesando el perfecto firme recién echado.Ya no ramitas sino auténticos troncos. Las lluvias de los últimos días han desbordado el cauce del río.



El final de la pista tan fantásticamente asfaltada nos reserva una decepción, junto a los edificios medievales una estructura en obras. ¿hotel?, ¿apartamentos?...?



En la falda, con los prismáticos, se aprecia una cueva tapada por el hombre.

Flora de Escriche.
Despues de dormir en Alcalá de la Selva y ver como aplastábamos a Alemania en Sudáfrica, nos pusimos en marcha para acudir a nuestra cita con Stich en Miravete.
En Allepuz tuvimos que consultar el mapa.



Miravete, la prometida. Las rocas inquietantes plegadas sobre el pueblo.
La sombra desde el único teléfono público. Nuestro único móvil con cobertura allí no tiene batería, así que la dejamos como faro mientras inspeccionamos el pueblo donde, como ya he dicho, nunca pasa nada.Obvio.

Un nuevo motivo para desear cambiar de moto. Mientras ellos se divertían cruzando el arroyo, la enzarpada y yo cruzamos por un encantador puentecito de suelo de madera.




Grandes horizontes. Hay flores de mil colores por todas partes.
A Stich le gustó el cachorro de mastín.

En Cantavieja esperamos a ver qué hace la lluvia. Los artesonados del techo que después cobijó a las máquinas impresionan. Las vistas desde el mirador del fondo tabién.







Contradicción en Mirambel.
Aparecimos por la calle de la derecha, vuelta sin radio con adoquines, +45º...





Se fraguaba la tragedia. Nos cayó la del pulpo - Paul, por ser la ocasión que era. Granizo del tamaño de canicas, que luego recordé gracias a los bonitos moretones que me duraron más de tres días. Sin embargo la visera del casco, por la que yo temía, no sufrió daño.


Pero la tarde se despejó y nos encaramamos en buenísima pista asfaltada a "los molinos" de Olocau del Rey.






Cerca de Tronchón.



Están arreglando la carretera desde hace muchos kilómetros y hay algunos centímetros de gravilla.

Esta vez, al igual que en la Garganta del Dadés, sólo me rompí una uña - literal. Y mi moto derrapaba como ninguna sobre esa arena fina, como de playa. De donde saco la conclusión de que la protección que llevo es adecuada al riesgo que corro, y que necesito una máquina más versátil.
Organos de Montoro. En una de las crestas hay un buitre. Mas adelante bosques chamuscados.
Regresamos del lugar donde nunca pasa nada, pero debe ser cuando nosotros no vamos!!

2 comentarios:

Nikolai dijo...

Muy buen blog.

Debe ser increíble la sensación de libertad que se experimenta al ir a donde quieres con una moto.

A.K.A. dijo...

Hola Nicolai, muchas gracias por tu interés.

(La verdad es que suelo experimentar sensación de libertad también cuando no voy en moto.)

Desde luego si me das a elegir para mí es el vehículo perfecto, se nota, no?

Por cierto que he estado relativamente cerca de tu tierra y me han dado muchas ganas de explorar más allá!