Parada para repostar en Villel, donde la torre está reconstruída con hormigón pero no deja de ser chula, ahora que ya parece que la ruta se va poniendo interesante.
Todavía en Aragón, por aquí quieren hacer una autovía.
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Nada que ver el poco gusto de los que pegaron los carteles de las fiestas (Libros en un contenedor de basura) con la maravillosa carretera que viene después.
Ahí, arrinconado está el Rincón de Ademuz, donde cae un morteruelo de la tierra para mí sola y presenciamos una apresurada y chulesca salida del dueño de una BMW, arrastrando la pata mientras reculaba sin montarse y cuasi colisionando con una furgoneta al incorporarse al tráfico. Me llamó la atención que llevaba medidas de protección exageradas - llevaba hasta una especie de collarín para el casco que yo nunca había visto, y menos en verano!!!
Una mancha de bosque frondoso con curvitas y todo que corre paralela al río Turia. Antes de Casas Altas empieza un puertito de serpentinas con velcro muy divertido.
La desviación era en Santa Cruz de Moya, nos equivocamos y nos damos cuenta antes de llegar a Chelva, que era el punto marcado como "vamos mal". Curioso cómo si no usas GPS, a veces es muy útil también recordar los lugares que marcan el camino de dar la vuelta en su caso.
La carretera muy amable y en muy buen estado. Me da rabia, pero es cierto que en cuanto se sale de Aragón, el firme mejora considerablemente hacia cualquier dirección que vayas.
Precioso y fresquito, por las sombras que alternan las curvas hundiéndose hasta el nivel del río, muy agradable. En cuestión de pocos kilómetros se convierte en una recta hacia Talayuelas, las últimas montañas y tampoco muy altas que veremos en mucho tiempo. Reeeeeeeectas. El sopoooooooooor. Contrastes.
Tenemos alojamiento asegurado en un punto intermedio del atajo. Como corresponde, no faltan las tajás y diversos colesteroles de matanza en la cena. Y decimos: - Dame veneno, que quiero morir!!! ;P
Descansaditos y no demasiado temprano esquivamos Albacete - la circunvalación en obras - para seguir atajando y vamos a dar con una muralla imponente que se ve desde bastante lejos, resulta que se llama Peñas de San Pedro y merece mucho la peña (perdón por el chistecito malo). El Santuario del Cristo del Sahuco, en lo más alto, domina toda la llanura, pero un local nos advierte de que el camino será duro, sobre todo al final - Hombre, caminando sí se puede, nos dice. Y nos encaminamos a nuestras monturas en dirección contraria.
Se nota, la llanura. La temperatura ha subido 3 grados y el viento no tiene más obstáculo para detenerse que nuestras motos - claro que comparado con el cierzo, esto es un silbidito. Por fín empezamos a subir la Sierra de Segura y ahí está Ayna, gran sorpresa encajada en las montañas, con carretera sinuosa como corresponde. También la salida, hacia el Rio Mundo es espectacular. Y el mirador del amanecer al revés.
Resulta que todos conocemos sus paisajes por haberse rodado allí "Amanece que nos es poco" y yo no lo sabía!! Antonio Resines y su "padre" Luis Ciges deben estar echando un café al lado, se han dejado la moto en tol medio.
Pasamos por donde el arroz de Calasparra y ¡Entrada, con los brazos en cruz, pero mira que es bonita esta entrada, en Caravaca! (de la Cruz) (de Caravaca)
Por si a alguien le quedaban dudas sobre la cruz:
Se pasa por La Paca. Las fiestas debían haber sido hace poco y algunos estaban por el suelo.
La ligera bruma da un aire encantador a las escarpadas montañas que se bañan en el mar. Nota mental: Ni se te ocurra quitar el salitre de la visera con el guante como si fuera niebla, ni un bicho de los jugosos tampoco!!!!
Tomamos plaza en Carboneras y cenamos. Aquí la sepia se convierte en jibia, y no sólo te ponen tapas con la cerveza, sino que eliges cuál quieres. Y por la mañana, reconocimiento del terreno. Las cunetas huelen a anís y están decoradas por pitas y yucas.
Nos presentamos a Los Escullos, Níjar, San José, y pillamos un plano más detallado para movernos por la Sierra de Gata. Pisaje árido, lunar,... pero con mar...
...En la playa de Los Escullos, las motos a pie de ola.
Me encanta.
Vista desde el sur. A la izquierda se podía ver el Mulhacén, cerca de nuestra siguiente etapa.
Vista a contraluz con mi caballero abandonando la torre. Slurp!
Y resulta que una noche, en una playa solitaria, cercana a una fortaleza, en directo... LUJAZO: Todas las canciones de LOS CORONAS empiezan igual: con Loza!
Toa romántica.
Me alegra, porque resulta que ésta es ahora mi nueva carretera favorita: la que atraviesa Zafarraya.
Estos son los campos típicos de Evaristo Guerra Siempre me gustó la obra de este hombre y durante el viaje me recuerdan que recientemente pintó el techo de la Capilla de La Virgen de los Remedios en Vélez Málaga
Las carreteras rectas e infinitas de las llanuras de cultivo propician nuestra paranoia cuando parece que un coche que nos alcanzó en las obras previas no se despegaba. Es gracioso usar los intercomunicadores, para estas complicidades.
Se pasa por La Paca. Las fiestas debían haber sido hace poco y algunos estaban por el suelo.
A partir de Águilas ya estamos técnicamente en la playa! Fuera Corduras! Viva el mar y el horizonte!!
Haciendo recuento, hoy sólo nos hemos perdido dos veces, pero me gusta. Me gusta improvisar las alternativas para volver a la ruta, me gusta acordarme del siguiente pueblo donde hay que desviarse, me gusta recordar el punto de alerta para desviarse siempre en sentido contrario, me gusta preguntar a la gente y ver cómo va cambiando el acento que tienen. Es parte del viaje. Es EL VIAJE!
... y el gigantesco mar de plásticos que hace que me sangren los ojos. Pero nos quedaba cerca la gasolinera y fuimos.
Níjar: Están preparando las próximas fiestas y el camión de los operarios que ponen las luces obstruye la calle de por sí estrecha. Una mujer viejísima y pequeñíiiiiisima se queja gritando: - Tenía que estar prohibido que subieran coches hasta la plaza, hombre!
Y después, del remojón, durante el que salvamos nuestras pertenencias de mojarse de una ola inesperada gracias al petate de Declathlon, paradita para refrescarse. Atentos a los resaltes de toda esta zona.
A veces por estas carreteras te sientes como si estuvieras rodando por Nuevo Mexico.
En la Mesa de Roldán (que no es donde come el famoso exdirector de la G.C.) Vista desde el norte:
Las noches, mejor en privado.
Mañanita pistera: Las minas de oro de Rodalquilar. Ni una pepita a la vista, pero según el mapa detalle que llevamos, desde aquí parten unos caminos muy interesantes hacia el interior.
Como en una gymcana, el oro se decanta usando varios métodos de arrastre y decantación y sedimentación y bla, bla....
La pista es de arenilla, pero se va bastante bien.
Ejemplo de urbanidad, ahí va ella, que no sólo avisa con la manita, sino que además pone el intermitente EN UNA PISTA!! (Eeeek!)
El Cortijo del Fraile, abandonado, exploramos su interior. Los hechos aquí acaecidos seguro que han producido psicofonías y hasta alguna obra de teatro
Justo el día que me da por rezar, no había nadie en el altar! Alguien más debe estar otorgando!! (Guli, guli)
Las Negras. Máximo 50 km/hora en todos los tramos de la red de carreteras del parque, lo que hace que la circulación sea tan relajada en general que normalmente no ocurre nada cuando alguien se para en seco cuando ve un cartel. Sin embargo es un hecho relativamente frecuente (!)
A lo largo del día nos dedicamos a recorrer todos los entresijos de la Zona, especialmente las partes más altas. Obsesión de Hulk por llevarme a lo más alto, que yo agradezco! :)
El caminillo de la izquierda se convierte luego en tobogán un poco destruído y tortuoso que lleva al torreón. Cuando estamos arriba vemos cómo un local con una enduro - y paquete - hace en diez minutos lo que a mi me había llevado una hora. Humillante.
Cada año son un poco más pequeños. Es la erosión por el agua, que no pasa en baldes.
De izquierda a derecha: La primera no la sé, pero luego: Malta? Turquía. La de Grecia (al revés)? ????
!!!!!!!!!
Ídem. Decididamente, mi mejor perfil: de espaldas y a contraluz!
Bajando del faro del Cabo de Gata. Probamos el atún ahumado en Carboneras, receta exclusiva del Mesón Los Barquicos. Más bueno!!
Partimos hacia Granada. Los nombres a recordar son: Gádor y Benahadux. El nombre prohibido es Tabernes.
La autovía está perfecta, pero por supuesto en Ugíjar tomamos la secundaria. Y también es en este lugar donde comemos en La Peña, donde las aceitunas son de Miguel y los tomates de Mercedes, y no se admite una calidad menor.
En el minuto 1:13 se ve el sitio que tienes para pasar... lo bueno es que ves a los autobuses avanzar desde el otro lado de la estribación y puedes ir apostando en qué curva lo vas a encontrar. El único inconveniente para esta carretera fantástica!
Más alto aún! Bordeando la falda de Sierra Nevada, recorriendo las Alpujarras. Esta carretera no la recordaba yo tan buena! Y los paisajes! Ahora una línea de montañas nos separa del mar.
Creo que fue uno de los tramos más rápidos de toda la ruta, no podía tener un trazado con enlazadas más amables, una pendiente más adecuada (menos autobuses si), pero aún así, una de mis favoritas a partir de ahora. En Lanjarón nos desviaremos hacia Granada.
Alhama de Granada, donde los baños. Es aquí donde nos cruzamos con los rezagados de la concentra de los Halcones de la Axarquía. No hemos estado, no sabemos lo que nos hemos perdido!! Pero habrá ocasiones, seguro.
La recta que nos separa de Ventas de Zafarralla, un hueco en las montañas por donde las atraviesa nuestro paso.
En Torre del Mar. Uno de mis objetivos CUMPLIDO! Mis conchas finas slurp!
Momento místico: refugiados a seguro, con un montón de espacio agreste alrededor, la siesta es Santa!
- Solo los tengo por la romería.-
Reconocimiento de los alrededores hacia Nerja:
Cuando descubre que la carretera antigua cruza a la moderna en algunos tramos, Morabito decide que prefiere explorar y ciertamente descubrimos algunos "rinconcillos solitarios".
Casi no hemos pisado la arena durante el día, pero cuando se va el sol, cenamos una dorada a la brasa a pie de playa. Y al día siguiente, partimos. El recorrido será inverso que a la ida, decidimos.
Uno de los pueblos se llama Instinción.
Las carreteras rectas e infinitas de las llanuras de cultivo propician nuestra paranoia cuando parece que un coche que nos alcanzó en las obras previas no se despegaba. Es gracioso usar los intercomunicadores, para estas complicidades.
Cuando quedan menos de 200 km, después de atravesar parte de la noche en una burbuja de luz que engloba sólo a Morabito y a mi, y hace que tu mundo se vea muy reducido, decidimos atajar por la autovía. Curiosa la oscuridad en secundarias cuando llegas a las intersecciones: al contrario que siempre, si no ves nada, puedes seguir! Curiosa experiencia!
A estas alturas hemos comido jibia, almejas, conchas finas, besugo, dorada, mejillones, gambas, navajas, mero, ajoblanco, lomo, tomatitos, gurullos, gallo y rosada, todo en sus propias tierras, hemos cruzado varias provincias, y apuesto a que el próximo fin de semana me quedo en casa!!!
2 comentarios:
Menuda ruta y menudas fotos, la proxima vez que vengais por estas tierras me gustarias rodar con vosotros. Hay parajes que solo conocen los lugareños y que yo estoy dispuesto a compartir.
Gracias.
Dalo por hecho, aunque rara vez sabemos cuál será la ruta, si veo que nos acercamos pondré un aviso en EL SUR!.
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