Operación Minotauro: Hasta Creta

Spinalonga (Creta)

Había oido innumerables historias de una isla al este del Mediterráneo que Julián visitó hace 20 años y algo de una antigua civilización borrada por un tsunami que vivía en palacios. Junto con lo que ya sabemos sobre el famoso toro (pero no el de Osborne) y el laberinto y lo que me contó después sobre la invasión de paracaidistas alemanes eran suficientes motivos para preparar la que denominó Operación Minotauro y ponerle paisaje a esas batallitas.
Recorrimos en moto más de 5000 Kms. tirando sólo de mapas, como siempre, y embarcamos en seis ferrys para cumplir ese objetivo. Además de airearnos con las brisas, y empaparnos con las aguas del Mediterráneo, la historia salía a recibirnos en las montañas de Albania, en Las Termópilas, en Esparta, en Malemne, en Lepanto... en cualquier lugar del Mare Nostrum de cada día.

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Y día a día esto es lo que nos pasó:

0 - Barcelona - Civitavecchia: Nos despedimos muy a la española, con toros españoles, y además invitados por Despe, pero hasta que no esté en el mar, no me lo creo.
1 - Viterbo y Bormazo: Monstruos creados por amor en la melancólica Umbría, donde cada loma está protegida por un castillo y rodeada de olivos.
2 y 3 - Gubbio: Amurallada en la falda de la montaña, del todo Capuletta y Montesca, con carrera de Santos - pero literal, una de esas curiosidades religiosas - , de ellos, San Ubaldo, incorrupto.
4 y 5 - Ancona - Djati Park (Albania): La ciudad arropa el puerto, donde se desarrollan fenómenos, y es que la gente viaja con unas cosas... Cruzamos el Adriático y después de haber hecho "la primera foto prohibida" en medio de la plaza de la capital, lujo asiático en lo alto de la montaña con piscina dominando el valle a mis pies donde se agita Tirana, con fuegos artificiales y todo! -, .

6 - Creo que ESTA ES LA MEJOR BATALLITA: Cruzando el montañoso centro de Albania por pistas llegamos a Macedonia.

7- Rodamos con colegas locales por el monte Galicica, bordeando el lago Orhid y ascendiendo ya en Grecia hasta pistas de esquí.

8 - Partimos desde Meteora, donde los monjes viven por en todo lo alto, nos asomamos a las Termópilas, que desde luego son un espectáculo, pero no como yo imaginaba y llegamos al Pireo para tomar el ferry que nos llevará a la isla.

En Creta: 

9 - Elounda: Creta sin grip y la isla de los leprosos.

10 - Zakros: Cerca de donde duermen los minoicos, con casas construídas con las mismas piedras, hay un rinconcillo entre hippie y naif.

11 - Arvi: Pescado recién pescado en Creta profunda, donde también hubo un equivalente al Plan Ñ que acabó con la mayoría de las pistas y las antiguas transformaciones PickUp.

12 - Plakias: Gargantas profundas que conectan las montañas de casi 2.000 metros con las costas.

13 - Dia de Turismo Bélico: visitamos el museo de la guerra de Sfakia y el cementerio de Maleme mientras vamos planeando el regreso por mar.

14 - Elafonisi: día de descanso en las Playas del Paraíso, bañándonos en el mar.

Y el regreso:

15- Desde Chania abandonamos la isla y tras la foto obligada en Corinto cruzamos el Peloponeso hasta Gythio, en el sur.
16 - El Peloponeso a fondo: ayer de norte a sur y hoy en sentido inverso y por el interior, de puerto en puerto, pero de montaña, sobrecogidos por la inmensidad de los valles y las alturas. Pasamos por Sparta, Sparta (bis) y Tripoli. Dormimos en Acrata, que me encanta el nombre.
17 - De vuelta al continente por uno de los puentes más bonitos que he cruzado, nos acercamos a Lepanto para ver a uno de los españoles más ilustres: el Manco.
18 - Bordeando el mar Jónico a pelo llegamos a Igoumenitsa, donde tomamos el barco que nos llevará a Italia
19 - Pisamos tierra en Ancona con apenas horas de luz para llegar a dormir a Genga, que resulta ser famoso por sus grutas.
20 - Perugia: pechá de arte en la Galería Nacional de esta ciudad monumental, otro de los grandes descubrimientos de este viaje.
21 - Tengo que reconocer que no era lo que digamos una experta en lo que a Minoicos se refiere, pero es que los Etruscos no se quedaban atrás. Como colofón, la tumba de la fustigazione en Tarquinia!

El bodegón de la vuelta incluye la peligrosísima botella de agua llena de orujo casero que nos dieron en Klubi,  las terracotas de los Jenízaros, una bellota con los pinchos de la caperuza muy pronunciados procedente de la entrada de una de las gargantas más profundas de Creta, el auténtico vestido griego que me regaló Julián "para ir en moto, pero arreglá" porque no se arruga, un par de euros griegos, que se ven muchos menos que alemanes en circulación, un puñal y una figurita etrusca como aquellos que se lo sabían pasar muy bien,... como nosotros!!

Y todavía no sabemos dónde iremos después, pero nos iremos. Seguro.

Contenido EXTRA: Arte funerario cunetero: expresiones de arquitectura en memoria de los que no lo consiguieron.